martes, 29 de abril de 2014

Contra corriente

Amanecí con ganas de extender tu vendaval al sol;
Con ganas de entrelazar mis manos en tus sueños nocturnos;
Hacerte cariño, como a un cachorro abandonado y fingido;
Anotar en tus quejidos, la estampa de mi femenina figura esculpida;
Traspasar por segundos las murallas y tus estruendos de mal amor;
Hipnotizando tú sentir, hasta verte caer en mis lágrimas de satisfacción;
Creando la atmósfera en que viajará tu reticencia, con un boleto sin regreso.


Amanecí con ganas de ver tus ojitos de niño lindo;
Con ganas de lograr que escuches a tu corazón decir mi nombre;
De ver el amanecer nuevamente, a través de tu alma escondida y sincera;
De patear cajas de cartón con las calles de testigos, en busca de un abrigo;
De perdernos en nuestros deseos, con la química explosiva que se manifiesta;
De ser como siempre, cada uno como es, de dar lata y reírnos en demasía también;
Que logremos aceptar lo que hemos descubierto entre nosotros, escondidos y esquivos. 


Amanecí con ganas de escuchar canciones de amor;
Con ganas de dejar las rendijas abiertas, para que se cuele tu piel;
A través del asombro que provocas en mis  temores más profundos;
Las cartas de tus razones me explicaron tu situación, huraño corazón;
Si me enamoro será mi problema, yo sabré lo que hago con este descalabro;
Estoy dispuesta al limbo de nuestras existencias, trataré de no cruzar la propuesta;
Más sin tu sonrisa no quiero mantenerme, sólo de recuerdos, no me sostengo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario